martes, 26 de febrero de 2013


abstencionismo electoral en México
El abstencionismo en México, es uno de los temas más importantes que requieren mayor atención teórica y práctica. El abstencionismo se ha tratado de resolver de diferentes maneras por ejemplo haciendo el voto obligatorio por medio de multas o castigos sociales. Un ejemplo claro es el país de Australia en donde se multa al ciudadano que no vote con 20 dólares.
Pero también hay motivos por los cuales no se podría obligar al ciudadano a votar, de acuerdo con Sartori: la participación debe de ser de manera libre, voluntaria, personal. Debe ser decisión propia del ciudadano.[1]
El abstencionismo electoral se define como falta de participación en el acto de votar, según Norberto Bobbio.[2]
Si bien es cierto existen varios problemas y factores causantes del abstencionismo  electoral en nuestro país (México).
Los orígenes de la abstención, se encuentran vinculados a factores de orden político, principalmente la confianza institucional, la pérdida de legitimidad de los partidos y la fragilidad de los valores democráticos.
La abstención en la elección se debe principalmente a la pérdida de confianza y la evaluación del desempeño de la democracia.
En los últimos quince años hemos observado una tendencia de creciente abstencionismo en los procesos electorales, lo que resulta preocupante debido a que, quienes resultan electos con porcentajes de participación tan escasos, ostentan objetivamente una débil representación democrática.
Esa debilidad democrática o falta de legitimidad en su representación política, es el fantasma que persigue a quienes están participando ahora como candidatos.
Según los datos del periódico el milenio. Las cifras oficiales arrojan que el abstencionismo en nuestro país fue del 23% en 1994, mismo que se incrementó para el año 2000 a 36% y aún más para el año 2006 en que alcanzó niveles del 41%. La tendencia creciente del abstencionismo en estos tres procesos electorales federales es franca.[1]



[1] http://tamaulipas.milenio.com/cdb/doc/impreso/9147316
 [1] Giovanni Sartori, La democracia en 30 lecciones, editorial tau rus, México 2009. Pág. 35.
[1] Norberto Bobbio, diccionario de política, vol. I, siglo   XXI editores, México 2000,  pág. 8.
[1] http://tamaulipas.milenio.com/cdb/doc/impreso/9147316



Cabe mencionar que en los citados periodos, se incrementó el abstencionismo ha venido aumentando en promedio el 13% anual y pese al incremento del costo de nuestra democracia, con mayores presupuestos asignados al IFE y a los partidos políticos año con año.  Más electores y mayor costo de nuestra democracia con menor participación electoral.
De acuerdo con el universal. Las entidades con las cifras más altas de participación fueron Baja California Chihuahua Quintana Roo y Tamaulipas con un rango de entre 55 y 58 En contraste con las cifras más bajas están Yucatán DF Campeche Tlaxcala y Tabasco entre 30 y 37.[1]
¿Qué podemos o, más bien, qué tenemos que hacer para evitar el abstencionismo y fortalecer nuestra democracia?
Cada uno de nosotros debemos promover el voto entre nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo, en redes sociales y en cualquier foro en que sea posible hacerlo; combatir el voto nulo que solo favorece a los partidos con mayor poder de movilización de su voto duro; o, simplemente, cumplir con nuestra responsabilidad como ciudadanos.
Debemos de ser ciudadanos informados, participativos, con conciencia propia y no formada por los medios de comunicación o impuesta por alguien más, solo así romperemos con el abstencionismo electoral, terminaremos con la ignorancia, la apatía, el conformismo y como decía el viejo Ortega y Gasset dejar ser “hombres masa”.

Alumnas:
Grecia contreras Pérez
Bolivia Montaño González




[1] http://www.eluniversal.com.mx/nacion/196727.html

Bibliografía
Norberto Bobbio, diccionario de política, vol. I, siglo   XXI editores, México 2000,  pág. 8.
http://tamaulipas.milenio.com/cdb/doc/impreso/9147316
http://www.eluniversal.com.mx/nacion/196727.html
Giovanni Sartori, La democracia en 30 lecciones, editorial tau rus, México 2009. Pág. 35.



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