lunes, 6 de mayo de 2013


A orillas del río Piedra me senté y lloré escrita en 1994 
Autor: Paulo Coelho
Comentario

Cristal Lobato Galindo
Esta novela es una historia que nos enlaza entre el amor y Dios y como debemos tomar el camino correcto para poder ser felices y que sin lugar a duda nos marca una historia donde ninguna otra nos muestra al lado femenino de Dios.
Esto es tras once años, una mujer se reencuentra con su amado. La última vez que se vieron eran todavía adolescentes. Hoy, la vida les ha llevado por caminos muy distintos: ella vive en Zaragoza, prepara oposiciones y ha aprendido a dominar sus sentimientos. Él ha viajado por todo el mundo, posee el don de la curación y ha encontrado en la religión un refugio para huir de sus conflictos interiores. Pero en el reencuentro, a ambos les unirá un único deseo: el de cumplir sus sueños. A orillas del río Piedra me senté y lloré es una novela sobre el amor y la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.

El personaje principal de la novela y quien es la narradora es una joven, Pilar, y transcurre en una semana. En esta semana, Pilar se reencuentra con su mejor amigo de la infancia, y el amor que de niña sentía por él, que permanecía olvidado, renace junto con su fe en Dios y en la Gran Madre.

Pilar y su amigo se criaron en Bilbao, España, pero él abandonó su ciudad natar para ir a recorrer el mundo. Pilar, en cambio, tuvo que conformarse con leer sus cartas hasta que viajó a Zaragoza para estudiar su carrera. Algo que no me gustó mucho de la novela fue que no nos cuenta nada del pasado de Pilar o del joven, como si no importara mucho, sólo nos cuenta episodios salteados.
Él, a diferencia de muchas personas religiosas, y este es un aspecto central de la novela, cree "en el rostro femenino de Dios" y que ese rostro femenino es la Virgen María.
La novela trata justamente eso: Pilar, destinada y resignada a ser montaña, se reencuentra con su amigo, que es una nube, siempre viajando, curando enfermos, nunca quieto, buscando a la Gran Madre. Y ese reencuentro sacude su realidad, el amor que siente por él vuelve, recupera su fe en Dios, y decide (en un par de días, demasiado rápido para mi gusto) abandonarlo todo e irse con él.

El final flaquea un poco, sentí que la historia era como un globo y que al llegar a un punto estallaba de pronto. Es un final demasiado rápido, poco creíble porque va en contra de todo lo que Pilar nos había contado de su amigo. De algún modo él la decepciona y el suceso decepciona al lector. Sentí que, a pesar de que están enamorados, falta comunicación entre ellos. Estuvieron separados durante once años y de repente la relación se restauró como por arte de magia, acabaron en la cama, ella feliz y decidida a dejar su carrera, su vida y todo atrás... Digamos que ese aspecto de la novela no me lo creo, por más amigos que fueran cuando niños, cuando uno crece cambia mucho, y en ese aspecto la novela se contradice un poco. Esto es que cada quien debe elegir su camino pero siempre buscando ser feliz y ayudando si se tienen dones y mas emanados de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario