miércoles, 1 de mayo de 2013


Mary Kriss Parra Górriz


Introducción.
Del movimiento de independencia se dicen muchas cosas, se dicen verdades a medias y mentiras disfrazadas de verdad, al final crecemos con una idea de una historia donde los únicos buenos somos los mexicanos, donde México siempre es víctima de villanos y al final siempre hay un mexicano con coraje, valiente y muy  solidario  con un pueblo lleno de mártires que los ayuda a liberarse.  Encuentro dos causas de este problema, la primera es el libro de texto de la primaria, donde se nos enseña una historia de bronce, llena de héroes y villanos; y la segunda razón es que la historia siempre la escriben los vencedores. Haciendo una breve analogía: Hoy las políticas neoliberales son acertadas para Estados Unidos, sin embrago, muy probablemente los mexicanos diríamos algo muy diferente; lo mismo ocurre con la historia, quien la escribe, los vencedores, llenan las páginas con su verdad, y se encargan de esconder aquello que no es conveniente.
Llevamos 192 años gritando ¡viva Hidalgo! y ¿por qué no gritamos vivan los hijos de Hidalgo? pues al final ellos fueron la causante del movimiento independista, puesto que el cura, al ser buscado por la inquisición por esta causa se unió al movimiento.  ¿Por qué seguimos creyendo que se peleaba por libertad? y lo peor de todo ¿por qué seguimos creyendo que la historia es igual a un cuento de hadas, lleno de malos y buenos, sin considerar que ante todo son humanos que pelean por una causa?
Es necesario que conozcamos otra historia, una más apegada a la realidad, puesto que como bien se dice “Quien no conoce su historia está condenado a repetir los errores del pasado”.  Y si los mexicanos seguimos venerando a uno héroes de bronce que le dieron la independencia,  seguiremos por el mismo camino. Es menester que tomemos conciencia y no sigamos en la búsqueda de seres perfectos como los que creemos nos hicieron una nación libre,  y en cambio, sí en la búsqueda de buenos gobernantes, sí buscando seres no con un corazón de oro si no, simplemente, seres con un corazón humano, pero ante todo, con una inteligencia privilegiada.

Desarrollo:
La independencia de México fue un movimiento armado, en el cual hay que reconocer, aunque provoque el desencanto de millones de mexicanos, que no se peleaba por libertad y mucho menos para que usted y yo pudiéramos estar aquí leyendo, no se peleo por una nación libre, por un pueblo de igualdad y mucho menos con la visión de una nación próspera. Puesto que como sabemos quién inicia el movimiento armado es el Sr. Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte, mejor conocido y venerado por el libro de texto gratuito como el cura Miguel Hidalgo y Costilla. Quien temía que  Agustina, Mariano, Lino, María, Micaela y Joaquín, sus hijos, le costara la vida al ser enjuiciado por la Santa Inquisición, tal vez el miedo no le permitió crear una ideología, y al final sí fue enjuiciado, sólo que en vez de que su movimiento lo ayudará termino por hundirlo, puesto que se tuvo que enfrentar a dos juicios uno militar y otro religioso, y finalmente  fue fusilado, pero al menos hoy es recordado como un héroe y para muchos es el padre de la independencia.  Muy distinto pasa con nuestro consumador.
La ideología vendría más adelante con Morelos, a quien la historia deja en segundo plano,  atrás de Miguel Hidalgo. Es Morelos quien da ideología, cohesión a la causa, establece porqué luchar, antes de él se peleaba por odio y por una tremenda envía a los gachupines, por él se establecieron los principios del movimiento armado y fue él y no Hidalgo quien pelea por igualdad. ¿Por qué se peleaba por igualdad? pues bien, en la nueva España había un problema  de discriminación, donde los únicos que tenían privilegios eran los españoles peninsulares, los criollos quienes aspiraban a ocupar puestos importantes se veían renegados por los españoles, y se tenían que conformar con bajos puestos o bien con la vida académica y otros más con pequeños talleres de poca solvencia económica, aunque bien, también había unos criollos “europeos”, los cuales vivían casi a la par de los españoles y sí eran beneficiados por el sistema; también  estaban los mestizos quienes eran mal vistos tanto por indígenas como por españoles, puesto que eran la deformación de ambas razas.  El abolengo era de tanta importancia que hasta había tablas como la siguiente:


 1. De Español e India, nace Mestizo
 2. De Español y Mestiza, nace Castizo
 3. De Castizo y Española, nace Española
 4. De Español y Negra, nace Mulata
 5. De Español y Mulata, nace Morisco
 6. De Español y Morisca, nace Albino
 7. De Español y Albina, nace Torna atrás
 8. De Indio y Negra, nace Lobo
 9. De Indio y Mestiza, nace Coyote
 10. De Lobo y Negra, nace Chino
 11. De Chino e India, nace Cambujo
 12. De Cambujo e India, nace Tente en el aire
 13. De Tente en el aire y Mulata, nace Albarazado
 14. De Albarazado e India, nace Barcino
 15. De Barcino y Cambuja, nace Calpamulato
 16. Indios Mecos bárbaros.
Y de toda esta clasificación sólo una minoría se veía beneficiada por el sistema de castas, razón  por la que basto un mínimo empujón para que la inmensa mayoría se uniera en contra del sistema establecido.
Es pertinente aclarar que en un principio el movimiento fue básicamente de criollos, Miguel Hidalgo era criollo, Morelos también criollo, básicamente el movimiento fue elaborado por  las razones de los criollos, es decir, mayor participación en la vida de la colonia, la  búsqueda de puestos importantes dentro de la colonia, sin embargo, muchos de los que peleaban eran mestizos, indígenas y otras castas más, y fue José María Morelos y Pavón quien  supo que la igualdad debía de ser un valor por el cual luchar.  Plasma este valor en el documento llamado “Sentimientos de la Nación” el cual era un ideario que exhortaba a la lucha. Es considerado uno de los documentos de mayor importancia en la historia del país.
Con la muerte de Morelos se da inicio a la tercera etapa de la independencia a manos de Vicente Guerrero y Nicolás Bravo, sin embargo, fue una etapa de retroceso puesto que eran militares y no ideólogos, lo cual causo una baja importante en la convocatoria para unirse al ejército insurgente. Y fue hasta que Agustín Cosme Damián de Iturbide y Aramburu decide integrarse al movimiento armado cuando el movimiento recobra fuerza y fue gracias a esa decisión que México puede surgir.
De Iturbide se dicen muchas cosas, la gran mayoría falsedades y las pocas verdades adaptadas a la conveniencia de unos  pocos, no pretendo hacerlo pasar por un héroe, pero sí hacerle justicia, puesto que si Miguel Hidalgo es quien inicio el movimiento Agustín de Iturbide es quien lo Consumo, si Hidalgo se le dice el padre de la patria a Agustín de Iturbide se le debería hacer llamar nuestro libertador.
¿Por qué se habla mal de un hombre que libero a un pueblo? para empezar por el desconocimiento que hay entorno a su vida, la mayoría lo cree español y eso es completamente falso, Agustín de Iturbide  era criollo, hijo de una criolla y un peninsular, es decir, era tan criollo como Morelos  o como Hidalgo.  Muchos creen que fue educado en la madre patria y eso también es un mito, leyendo la biografía de Agustín de Iturbide de Jaime del Arenal da fe de que creció en su casa de Valladolid, actualmente Morelia, así mismo fue educado en el Colegio Seminario Conciliar de San Pedro, sin embargo, no tenía vocación, e igual que muchos héroes más, su infancia transcurrió en las labores del campo, sobre todo de las fincas agrícolas de su padre y montando a caballo por lo que desde joven era conocido como el “Dragón de Fierro”. Entonces si es un criollo, educado en un seminario al igual que los héroes que ciegamente gritamos todos los 15 de septiembre ¿por qué es un personaje que a pesar de que nos dio la libertad se habla tan mal?
Para empezar a responder esta interrogante es necesario abordar más aspectos de la vida de nuestro libertador, ya mencione que es criollo, educado en un seminario y un magnífico jinete, sin embargo, Iturbide perteneció al ejército realista y eso afecto su imagen, a pesar de que si bien aún obedeciendo las instrucciones del virrey él siempre pensaba que lo mejor era unir fuerzas realistas e insurgentes para consumar la independencia, sin embargo, el momento parecía nunca llegar. Y así como admiramos la astucia militar de Morelos, las campañas de Iturbide fueron igual de sorprendentes, por no decir que incluso mejores, en sus memorias puede leerse:
“Siempre fui feliz en la guerra, la victoria fue compañera inseparable de las tropas que mande”
(Arenal, 2002)
Iturbide fue un estratega militar como pocos, el propio Napoleón Bonaparte, ya preso en la cárcel de Santa Elena, cuando se entero del fusilamiento de Iturbide, poco tiempo después le envió una carta a su viuda Doña María Duarte  dándole el pésame y  para comentarle:
“Si yo hubiera tenido un mariscal como Iturbide jamás habría caído”
De Napoleón, también se dicen muchas cosas, es casi un mito, sin embargo, nadie cuestiona la grandiosidad de su astucia militar,  durante un periodo de poco más de una década, adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante una serie de conquistas y alianzas y a pesar de todas sus conquistas y de la rabia que produce al leer La Guerra y la Paz de León Tostoi y la quema de Rusia nadie, jamás, podrá dudar de la grandeza de Napoleón. Y un hombre con esa grandiosidad pudo reconocer que un hombre como Iturbide le hubiera sido muy necesario.  Mientras que en México no se conoce de su indudable talento militar, cuando debería darnos orgullo que un mexicano no sólo haya llegado a oídos de Napoleón, sino que Napoleón lo haya considerado necesario. Si en vez de Iturbide fuera Morelos estoy segura de que sería motivo de orgullo nacional, quizás hasta en las ceremonias del grito se empezaría gritando: ¡Viva Morelos!
Tal vez por su indudable talento militar y su pulcra estrategia fue lo que lo llevo a ser parte de las conspiraciones de la profesa. Lo cual lo ayudaría económicamente a financiar la campaña, puesto que él ya no era un criollo acaudalado, debido a que desde el momento en que se une a los insurgentes él financio con su fortuna personal el movimiento, aunque hay que aclarar que tampoco era una gran fortuna, razón que lo llevo a vender seguridad, es decir, a cobrar por una protección del ejército a españoles acaudalados. Fue en el abrazo de Apatzingan cuando unen fuerzas insurgentes y realistas.
Fue Agustín de Iturbide y no Hidalgo, ni Morelos ni Vicente Guerrero quien creó las tres garantías, quien creó el ejército trigarante y por quien hoy nuestra bandera es verde, blanca y roja. Con respecto al Plan de Iguala puede leerse en las “memorias” de Agustín de Iturbide lo siguiente:
“Formé mi plan conocido por el de Iguala, mío porque solo lo concebí, lo extendí, lo publiqué y lo ejecuté… Después de extendido el Plan que luego se llamó de Iguala, lo consulté con aquellas personas  mejor reputadas de los diversos partidos, sin que de una sola dejase merecer aprobación: ni recibió modificaciones ni disminuciones ni aumentos”.
(Arenal, 2002)
Hoy se le crítica por ambiguo,  y sí era ambiguo, pero porque no se le crítica al cura Hidalgo un grito que sí era ambiguo, pues ni si quiera se tenía una base ideológica. Se dice que la fase ideológica concluyo con Morelos y  analizando el plan de Iguala, el cual postula lo siguiente:
1.            La independencia absoluta de España.
2.            El establecimiento de un nuevo imperio soberano.
3.            La vigencia de orden constitucional moderno propio y peculiar  que estableciera límites al poder y que garantizará la defensa de los derechos del hombre.
4.            La protección de la religión católica y la defensa de los derechos y privilegios de la Iglesia Católica.
5.            La unión de los habitantes del nuevo imperio.
6.            La más absoluta igualdad jurídica entre sus habitantes, sin importar su origen étnico: criollos, españoles, indios, castas, negros y asiáticos.
Lo más significativo de este plan era su significado político puesto que lejos de apartarse  o rechazar la senda constitucional, exigía una Constitución propia y diferente a la gaditana.  También es importante señalar las tres garantías: Religión, la unión, la independencia.
Retomando lo anterior, si analizamos el Plan de Iguala y las tres garantías,  la fase ideológica si bien se quiere decir que muere con Morelos, entonces se debe afirmar que revive con Iturbide.
La consumación de la independencia se realiza a través de la firma de los Tratados de Córdoba, los tratados eran prácticamente el Plan de Iguala, firmados por Juan O´Donojú y por Agustín de Iturbide, el día 24 de Agosto de 1821 en Veracruz.
Por lo cual nuestro libertador no responde a otro nombre que el de Agustín de Iturbide. Reconocerlo no es quitarle importancia a Hidalgo, es darle justicia a quien lo merece, puesto que Iturbide sí lo dio todo por la Independencia, mientras que Hidalgo “dio todo”, sí, pero para salvarse de la Santa Inquisición, ni si quiera pudo dotar de principios el movimiento, mientras que Iturbide dio su fortuna, arriesgo su vida y aporto su ideología.
¿Qué es lo que hace diferente a Agustín de Iturbide de Simón Bolívar? Ambos fueron libertadores, pues bien, la diferencia está en que Iturbide fue quien consumo primero una independencia, y por ende quien dejo sentado los errores que lo llevaron a la muerte. Hay que precisar que  a Bolívar también le ofrecieron la corona, sin embargo, su hermana María Antonia Bolívar, le advirtió que si la aceptaba la historia no iba a ser benévolo con él. La diferencia está en que Agustín de Iturbide acepto la corona del Imperio Mexicano, y al igual que Napoleón Bonaparte la vanidad terminó por matarlo.
Es pertinente señalar que Agustín de Iturbide se le ofreció la corona y había pro-iturbidistas que lo apoyaban, por lo que no fue que él consumara la independencia con la única intensión de llegar a ser emperador, puesto que originalmente sería un miembro de la familia real española, sin embargo, tal situación no ocurrió, por lo cual quién mejor que un personaje que profesaba del agrado de la mayoría. Además México estaba en ruinas, la lucha por la independencia había dejado altos costos sociales y económicos, la mayoría de la población era analfabeta, por lo cual la república era un gobierno bastante complicado para el contexto del país.
Es deprimente que la historia del libertador mexicano se vea hoy reflejada en la historia de México, todavía los mexicanos votamos con el mismo corazón con el que gritamos ¡Viva Hidalgo!; con el mismo olvido que nos lleva a omitir un ¡Viva el libertador Iturbide! con la misma ignorancia que nos lleva a esconder a Iturbide en la historia de México,  hoy seguimos buscando gobernantes de bronce, hoy seguimos creyendo que,  sé es bueno ó sé es un peligro  para México. Es momento de hacer un alto y reflexionar que un país es algo demasiado grande para cargárselo a un solo hombre, y que los nombres han marcado la historia de una nación, son ante todos seres humanos, con virtudes, con miedos, pero ante todo hombres con coraje y que supieron dar la vida por una causa, ya basta que creamos ciegamente en una clasificación de humanos: buenos o malos.
Es sorprendente que los mexicanos regaláramos oro a cambio de espejos y es increíble que en el extranjero pese el apellido Iturbide más que en el propio país, en ambas situaciones es la ignorancia la culpable.  El Presidente de los Estados Unidos Harry S. Truman le dijo al Ing. Guillermo Iturbide Macouzet en una reunión de la Asociación Mexicana Automovilistica (AMA) en la casa blanca encabezada por el General Ignacio Beteta  “Be requires a big  back,  for  load  with the surname Iturbide” (Se necesita tener una espalda grande para cargar con el apellido Iturbide).

Conclusión.
El movimiento de Independencia está lejos de ser lo que se nos ha enseñado desde pequeños, se nos dice que fue el movimiento creado por personas que creían en los principios de libertad, justicia e igualdad, iniciado por un padre que estaba cansado de los abusos de los españoles hacia los más pobres, hoy  200 años después podemos ver que eso es falso, la independencia es creada por ideología criolla, y ellos no buscaban el beneficio de los más pobres y afectados por el régimen español necesariamente, ellos no buscaban un cambio en el orden existente, simplemente una mayor participación en la vida de la Colonia y mayor autonomía de la Nueva España frente a la Madre Patria, ellos simplemente buscaban  beneficios para su clase. Se nos dice que Miguel Hidalgo es un hombre que dio la vida por sus ideales de libertad e igualdad, hoy sabemos que es falso, Hidalgo participo en el movimiento por miedo a que la inquisición lo enjuiciara por los hijos que procreo y que esos ideales que nos dicen vienen más adelante, en la segunda etapa de la independencia con Morelos.
También de una manera casi imperceptible se deja afuera de la historia a Agustín de Iturbide, se nos inculca que era un ser ambicioso y que su único objetivo era la de ser el primer emperador mexicano, hoy podemos saber que eso es mentira, que al igual que Hidalgo y Morelos era criollo, educado en México que creía en la necesidad de la independencia y cuyo único error fue el de aceptar la corona.  Lleno de incongruencia podemos ver que sus restos están en la catedral de México mientras que la historia habla mal de él.
Al igual que Rousseau creo que la democracia es un gobierno tan perfecto que solo puede ser para los dioses, Iturbide muy probablemente creía lo mismo y al ver la situación de mi país, con casi nulo crecimiento económico, con enormes tasas de desempleo, exportadora no de bienes sino de fuerza de trabajo y  comparándolo con Inglaterra, no puedo entender porque los mexicanos odiamos tanto a la monarquía como forma de gobierno y menos justificar ese odio hacia el hombre que libero a nuestro país.
Bibliografía:
Arenal Jaime (2002) Grandes Protagonistas de la Historia de México: Agustín de Iturbide, México D.F. Planeta Agustini.
Arenal Jaime (2002) Grandes Protagonistas de la Historia de México: Miguel Hidalgo, México D.F. Planeta Agustini
Ávila Alfredo,  (2002), En Nombre de la Nación, México D.F,  CIDE.
Fuentes Armando (2008) La Otra Historia de México Hidalgo e Iturbide, La gloria y el olvido, México D.F. Diana.

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